En unos días empieza el nuevo mes, que coincide con la vuelta de las vacaciones de agosto, y que además nos va a llevar de cabeza a un lunes de infarto, en el que se unirán estos tres acontecimientos cruciales para hacer de tu día un infierno. Pensando en ello, me pregunté: «¿Cómo voy a hacer para empezar esta semana?» Y pensé en qué era lo que iba a decirme mi novia: «Fuera de la cama, cariño«. Y así fue como se me ocurrió este blog.
Ya lo decía la canción: «Es una lata el trabajar, todos los días que tienes que levantar…» Indudablemente, esto es así, no sólo lo de la lata, sino lo de tener que levantarte a diario, y si me apuras hasta lo de trabajar (en fin, que la frase tiene más razón que un santo).
Pero lo que marca la diferencia no es sólo la razón por la que te levantas, sino con el ánimo con el que lo haces, y ahí radica la existencia de este blog. Porque, ¿tú con qué ánimo te levantas? Hombre, si eres de los que tienen que madrugar y levantarse casi de madrugada, casi te entiendo si dejas la cama convertido ya en un basilisco, pero aún así hay que encontrar una buena razón, más allá del trabajo, para empezar cada mañana el día.
Sí amigos, esa es la clave: tener algo por lo que levantarte y que de verdad te llene. No digo yo que el trabajo no pueda ser una buena razón para vivir, pero como toda obligación llega el momento en que empieza a convertirse en una carga. Por eso, entre todos vamos a intentar encontrar y compartir todas aquellas cosas que nos pueden hacer que levantarnos cada día merezca realmente la pena.
Y a vosotros, ¿qué os levanta cada día? Si a alguno se le ocurre decir que tener un pedazo de tía buena a la vera, estaré totalmente de acuerdo, pero le diré que ese es un motivo no para levantarse, sino para permanecer en la cama, jeje. Y aquí se trata de buscar intereses para estar de pie todo el día, o al menos la mayor parte de él, antes de que el cansancio o el aburrimiento venga a echarte abajo el ánimo.
Afrontar las largas 24 horas diarias puede ser una tarea ardua, pero todo se ve mucho mejor con un buen aliciente detrás. No sé, saber que ese día vamos a encontrarnos con un amigo que hace tiempo que no vemos, que vamos a ver un episodio nuevo de nuestra serie favorita, que vamos a cocinarnos un nuevo plato del que hace poco hemos conocido la receta… Son pequeñas cosas que nos motivan, y que pueden hacernos tener ilusión para todo el resto del día.
También podemos echar mano de internet, y buscar planes en sus innumerables webs de ocio, o de aquellas que vayan sobre nuestros intereses, porque oye, no está mal aprovechar todas las ventajas que nos traen las nuevas tecnologías.